En el barrio San Eugenio, particularmente en el pasaje A, los vecinos vienen enfrentando desde hace años un serio problema con aguas servidas y basura que se acumulan en los fondos de las viviendas. Una de las afectadas, Camila Dos Santos, relató la situación y reclamó una respuesta urgente de las autoridades departamentales.
“Hace años que una vecina me tira basura y aguas servidas para mi patio. Yo compré esta casa hace tiempo, y cuando llegué era prácticamente un basural. Me llevó mucho trabajo limpiarlo, lo dejé precioso, y ahora que el patio está en condiciones parece que quieren volver a tirar agua para este lado”, explicó Dos Santos.
La vecina asegura que el terreno se encontraba inundado en otras épocas, pero que ella misma realizó arreglos para evitar que el agua quedara estancada. “Rellené y solucioné el problema. Lamento si se inundan, pero no es justo que tiren el agua de los pozos hacia mi casa. Eso no puede seguir así”, expresó.
Según señaló, mantuvo conversaciones con otras residentes de la zona y con funcionarios municipales, pero las soluciones ofrecidas no fueron satisfactorias.
“Desde la Intendencia me dijeron que podían hacer un pozo, pero querían dejarlo abierto, y eso no lo iba a permitir porque mis hijos juegan en el fondo. Además, detrás de mi casa hay otra familia con niños, y el agua les llegaría a ellos. No se soluciona nada así”, afirmó.
El problema, según Dos Santos, no se limita a su vivienda: afecta a gran parte del pasaje A y a las casas que se encuentran en la parte alta del barrio.
“De las casas de arriba viene el agua de los pozos y se dirige hacia el fondo. Todos tenemos el mismo problema. Hace años que pedimos una intervención”, comentó.
La vecina explicó que en primera instancia presentó una solicitud para que la Intendencia retirara la basura acumulada, luego de que otras personas arrojaran desperdicios en su terreno.
“Me dijeron que no podían entrar porque era dentro de mi casa. Entonces saqué todo para afuera, pero igual demoraron varios días en venir. Hace años vengo pidiendo una solución. Incluso vino una inspección de higiene, hice una denuncia por el tema del agua de pozo, pero me respondieron que no podían hacer nada”, agregó.
Dos Santos vive en el lugar desde hace nueve años y asegura que nunca recibió apoyo concreto. Ahora plantea medidas por cuenta propia:
“Voy a cerrar mi lado y seguir adelante. Hice una zanja en el fondo para que el agua corra por el costado y no moleste a nadie. No llamé más a la Intendencia porque ya no creo que vengan. Solo quiero que arreglen el pasaje A, que está en muy mal estado y se vuelve intransitable los días de lluvia.”
En el pasaje residen varias familias, muchas con niños pequeños. “Vivimos muchas familias acá, hay tres bebés y varios niños chicos. Nadie se preocupa por mejorar el lugar”, lamentó.