La prensa china sigue de cerca por estos días, el caso de Gui Junmin, un “hombre respetable” de 57 años, que tiene su corazón dividido entre dos mujeres. El asunto no presentaría mayor novedad y podría resolverse en algún talk show de esos en los que las personas exhiben sus problemas íntimos, pero hay un detalle que lo complica: una de las mujeres lleva 8 años dentro de un tanque de nitrógeno líquido a -190 °C.
Se trata de Zhan Wenlian, quien en 2017, y a los 48 años, fue desahuciada por un cáncer de pulmón. En ese momento, su esposo tomó la decisión de aceptar la propuesta del Instituto de Investigación de Ciencias de la Vida Shandong, fundado dos años antes, y que se dedica a experimentos en criogénica: explicada de forma breve, dicha técnica propone la posibilidad —hasta ahora no demostrada— de congelar a alguien en condiciones controladas y mantenerlo vivo por tiempo indefinido.
El procedimiento existe desde hace décadas y sus principales clientes son personas con enfermedades incurables, que esperan ser “descongeladas” en algún momento futuro, cuando se descubran curas para sus dolencias.
Cuando Zhan Wenlian fue declarada como paciente terminal, el mencionado instituto se había aliado con el Hospital Qilu de la Universidad de Shandong para llevar a cabo ensayos experimentales de criopreservación humana.
En ese entonces ofrecía planes gratuitos a los primeros voluntarios, y Gui firmó un contrato por 30 años para su compañera.
Durante los primeros años todo discurrió con normalidad: Gui siguió su vida cotidiana, mientras la de su esposa permanecía suspendida en una cápsula de fluido congelado.
Sin embargo, todo cambió una mañana del año 2020 y debido a un motivo banal: un fuerte ataque de gota.
Ese día, Gui sufrió un dolor tan agudo que no fue capaz de alcanzar su teléfono. Inmovilizado, permaneció inmóvil y solo durante dos días hasta que unos familiares derribaron la puerta de su casa y lo rescataron.
“Si algo realmente malo le sucede a una persona cuando está sola, no hay nada que pueda hacer. Podrías morir en tu casa y nadie se enteraría”, dijo el hombre a Southern Weekly.
Fue entonces cuando un amigo común le presentó a Wang Chunxia, quien ahora es su pareja
En aquel entonces, Wang trabajaba en ventas de seguros y al principio consideraba a Gui como un potencial cliente de alto poder adquisitivo. Sin embargo, su relación fue otra
Según Gui, Wang posee una personalidad amable y sencilla, muy parecida a la de su esposa, y está dotada de una sinceridad y una franqueza que él aprecia.
Ella comenzó a atenderlo con esmero, le llevaba té, le recordaba que tomara su medicina y lo cuidaba con paciencia. Aun así, Gui sentía que existía una brecha entre sus experiencias vitales y su situación financiera.
En diálogo con el citado medio, el hombre admitió que su decisión de estar con Wang fue “utilitaria”.
“Todavía no ha entrado en mi corazón. Siento una responsabilidad hacia ella, pero es un asunto complicado”, dijo.
“Ella jamás podrá reemplazar a mi esposa. No puedo simplemente olvidar el pasado, pero necesito seguir adelante con mi vida”, añadió.
Gui se considera una persona viajada, económicamente estable y que se mueve en círculos sociales de clase alta. En contrapartida, Wang proviene de un entorno rural y abandonó la escuela en séptimo grado. Luego trabajó en fábricas, fue camarera y posteriormente dirigió una peluquería.
Ahora, Gui se enfrenta a dilemas complejos: si se casa con Wang, ¿podría considerarse bigamia en el futuro? Si Zhan sale de su sueño helado, ¿cómo deberían gestionarse sus bienes?
Y aunque insiste en que Zhan es irremplazable, lo cierto es ya no puede vivir sin Wang: tras someterse a una cirugía de colocación de stent coronario, perdió gran parte de su capacidad de equilibrio y ahora necesita de su ayuda hasta para cruzar la calle.
La historia desató una ola de controversia en China, polémica que se reflejó en Weibo, el equivalente local de la red social X.
“Ahora tiene a una mujer en brazos mientras espera reunirse con otra dentro de 30 años. ¿Qué es esto: poligamia emocional?”, se preguntó un internauta.
“Gui puede parecer muy devoto de su esposa, pero en realidad se trata de desapego emocional. Su supuesto amor por Zhan se asemeja más a una obsesión por interpretar el papel del ‘esposo afligido’. Basta con ver lo frío y distante que se muestra con su pareja actual”, comentó otro.
Asimismo, otros consideraron que su nuevo vínculo no parece algo muy romántico, que se diga, y que más que una pareja, se ve como la contratación de un servicio de enfermería.
En cuanto a los problemas que podrían suscitarse ante el “descongelamiento” de Zhan, es necesario aceptar que dicha posibilidad es improbable.
Se estima que más de 500 personas han sido criopreservadas en todo el mundo, la mayoría de ellas en Estados Unidos.
Hasta la fecha, nadie ha sido reanimado con éxito tras la criopreservación, y los científicos creen que preservar y despertar el cuerpo humano completo es una posibilidad remota.
De momento, la técnica solo se utiliza de manera exitosa a muy pequeña escala, como en células sanguíneas, gametos o embriones.