La comunidad terapéutica Bethania completò siete años de actividad en nuestra comunidad, que representan no solo el paso del tiempo, sino el recorrido de incontables historias de lucha, transformación y esperanza, explica la coordinadora Psicóloga Nathaly Ferreira.
Es imposible no detenerse a reflexionar sobre todo lo que hemos construido juntos. En estos siete años, Bethania ha sido un refugio para aquellos que en su momento sintieron que la vida se les escapaba de las manos. Ha sido una luz en la oscuridad para quienes se enfrentaban a la tormenta de la adicción, una tormenta que no solo afecta a quienes la padecen, sino también a sus familias. Aquí, en estas paredes, cada uno de ustedes ha sido testigo de que la recuperación es posible, y que con voluntad, amor y apoyo, se pueden abrir caminos hacia una vida llena de propósito, dijo.
Hoy quiero hacer una pausa para reconocer el inmenso valor que cada uno de ustedes, los que están en tratamiento, ha demostrado al decidir caminar este camino. Sabemos que no ha sido fácil. Sabemos que hay días más duros que otros, pero también sabemos que el hecho de estar aquí, presentes, luchando un día más, es en sí mismo una victoria. Ustedes han demostrado coraje al enfrentarse a los demonios de la adicción, y al hacerlo, nos inspiran a todos, manifestò.
Y a los familiares, destinò unas palabras de gratitud profunda, su amor, paciencia y apoyo son una parte crucial en este proceso. Sabemos que este viaje no es fácil ellos tampoco, que han sufrido, han tenido dudas, han llorado en silencio muchas veces. Pero también han estado aquí, firmes, llenos de esperanza. Han creído en la posibilidad de un cambio y han apostado por el amor que los une a sus seres queridos. En estos siete años, hemos visto familias sanar, reconectar y descubrir nuevas formas de vivir juntos, y eso es motivo de orgullo para todos.
Quisiera también aprovechar este momento para reflexionar sobre una de las consignas más poderosas que compartimos en esta comunidad: “Solo por hoy, y para siempre”. Estas palabras, aunque sencillas, contienen una sabiduría profunda que nos guía a diario. “Solo por hoy” nos recuerda que la recuperación es un proceso que se vive un día a la vez. Que no importa cuán larga o desafiante parezca la jornada, solo necesitamos enfocarnos en el presente, en el ahora. Enfocarse en el “hoy” nos libera del peso del pasado y de la ansiedad del futuro, permitiéndonos avanzar con determinación, paso a paso.
Pero lo más importante que quiero recordar hoy es que Bethania no es solo un lugar, no son solo un conjunto de instalaciones. Bethania es una familia. Una familia que ha crecido, que ha aprendido y que sigue avanzando, apoyándose mutuamente. En estos años, hemos sido testigos de la fuerza del espíritu humano cuando se siente acompañado, cuando se siente comprendido, cuando sabe que no está solo.
Hoy no solo celebramos siete años de ayuda brindada; celebramos siete años de vidas transformadas, de heridas que empiezan a sanar, de un futuro lleno de posibilidades para cada uno de ustedes. Y esa es la verdadera victoria. Todos los que formamos parte de Bethania tenemos el privilegio de ser testigos de este milagro diario: el milagro de la transformación, de la superación, del renacer.
Sigamos adelante, como la gran familia que somos. Que cada uno de ustedes, adictos en recuperación, sienta el orgullo de estar haciendo este esfuerzo, de estar dando este paso cada día. Y que los familiares sientan que su amor y constancia no han sido en vano, porque juntos estamos construyendo una comunidad más fuerte, más unida, más llena de vida, concluyò.