Carol Fernández, convencional departamental del Partido Colorado en Artigas, realizó una denuncia ante el Comité de Ética de su partido contra un joven que, según asegura, se hace pasar por psicólogo sin contar con la habilitación correspondiente.
“Estuvimos investigando una situación muy delicada. Recibimos información sobre un joven que estaría usurpando el título de psicólogo y que, incluso, habría atendido a varios pacientes en esa calidad, sin estar habilitado para ejercer”, explicó Fernández en diálogo con la prensa local.
Según detalló, la denuncia surgió a partir de intercambios con psicólogos recibidos, quienes advirtieron que el denunciado participaba de un grupo de WhatsApp integrado por profesionales del departamento. En ese espacio, destinado a coordinar derivaciones cuando alguno no podía atender, el joven ofrecía disponibilidad para consultas como si fuera un colega más.
“En las capturas de pantalla que recibimos, se observa cómo se ofrecía a atender pacientes, e incluso hay registros de que efectivamente lo hizo”, afirmó la dirigente colorada.
Pero los indicios no se limitan al grupo de WhatsApp. Según Fernández, también existen publicaciones en redes sociales donde el denunciado se presenta públicamente como psicólogo. “En su perfil de Facebook, publicó que brindó un taller de orientación vocacional en un centro educativo, algo que solo puede ser realizado por un profesional titulado. En esa publicación se refiere a ‘colegas’ y se autotitula psicólogo”.
El caso adquiere además una dimensión política, ya que el joven denunciado figura como suplente en la lista 31515, liderada por Daniel Argañaraz, dentro del Partido Colorado. Fernández aseguró haber escuchado al involucrado referirse a sí mismo como psicólogo incluso dentro del ámbito político.
“Esto no es solo un tema personal; también es político. Por eso decidí presentarlo ante el Comité de Ética del partido. Me asesoré previamente con senadores colorados sobre cómo proceder, y este miércoles el comité analizará el caso”, informó.
Consultada sobre la posibilidad de una denuncia penal, Fernández explicó que los psicólogos del departamento estarían tramitando una denuncia ante su propio comité ético profesional, y que eventualmente podrían trasladar el caso a Fiscalía. Por su parte, ella prefirió remitirse en primera instancia al partido, dada su condición de convencional.
La denuncia ha generado reacciones internas en la colectividad. “Algunos compañeros se molestaron más conmigo por denunciar que con él por usurpar un título. Es curioso. Pero creo que hay que actuar con coherencia, más allá de las afinidades. Lo que está mal, está mal, sin importar de qué partido sea la persona. No podemos señalar hacia otros si no somos capaces de corregir lo que ocurre dentro de casa”, remarcó.
Fernández aseguró que incluso mantuvo una buena relación con el denunciado en el pasado, y que antes de actuar intentó conversar el asunto con Argañaraz. “Él no tomó una postura firme. Solo conversó con el joven, pero no se manifestó públicamente. Ante esa pasividad, decidí presentar la denuncia”.
“Esto no es un show ni una búsqueda de protagonismo. Es un tema de justicia. Tenemos que pensar en los pacientes que pudieron haber confiado en una persona que no está habilitada para atenderlos”, concluyó.