La comunidad artiguense atraviesa horas de profundo dolor tras la partida de Renzo, un joven de apenas 19 años que, en tan solo ocho meses de intensa lucha, dejó una huella imborrable en todos quienes lo conocieron o acompañaron su historia.
Alex Abreu, visiblemente conmovido, expresó su pesar en declaraciones a la prensa. «Es un momento muy difícil. Hoy despedimos a un amigo, a un joven que se fue demasiado pronto. Mi mayor respeto y fuerza a su familia, a sus abuelos, a sus amigos», comenzó diciendo.
Renzo fue diagnosticado con una grave enfermedad y durante ocho meses enfrentó el desafío con una fuerza admirable. Su historia movilizó a toda una ciudad, y a través de videos y mensajes en redes sociales, trascendió fronteras. “Renzo nos dejó un gran aprendizaje: valorar la vida, cada segundo. Muchas veces no dimensionamos lo que significa estar vivos. Él, seguramente, hubiera querido disfrutar incluso de este día gris que hoy vivimos con tristeza”, señaló Abreu.
La despedida de Renzo no solo generó congoja, sino también reflexión y unidad. “Demostró unas ganas inmensas de vivir desde el primer momento en que lo conocí. Creo que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, y el de Renzo fue impactar vidas. Lo hizo en apenas ocho meses. Luchó cada segundo y dejó un mensaje que quedará para siempre”.
Durante su proceso, la comunidad de Artigas se organizó, realizó colectas, difundió su historia y mostró que la solidaridad puede mover montañas. “Renzo logró unir a una ciudad entera. Sus videos emocionaron, inspiraron, y llegaron incluso más allá de nuestras fronteras. Su mensaje fue claro: cuando nos unimos, podemos lograr cosas grandes”.
El joven se transformó en símbolo de fortaleza, esperanza y amor por la vida. Para muchos, su paso por este mundo, aunque breve, fue profundamente luminoso. “Nos queda la tristeza de su partida, pero también la alegría de haberlo conocido, de haber aprendido de él. Cada minuto que vivió lo hizo con intensidad. Renzo mostró que vale la pena vivir”.
Finalmente, Abreu dejó un mensaje a la población: “Mi respeto a la familia. Que Dios les dé fuerzas. El legado de Renzo está en su mensaje: vivamos, seamos solidarios, estemos unidos. Hoy no pudimos salvarlo, Dios lo quiso así, pero él nos enseñó que si nos unimos, podemos cambiar vidas”.
La historia de Renzo, breve pero intensa, se graba para siempre en el corazón de su ciudad.