El pasado 25 de junio, estudiantes de la Escuela Agraria de UTU, acompañados por docentes, participaron del Segundo Encuentro Agrojuvenil en las instalaciones del CICOMA (Centro de Innovación y Capacitación Ovina Mario Azzarini), perteneciente al Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). La actividad reunió a jóvenes de unas catorce escuelas agrarias del norte del país, en una jornada técnica y formativa que buscó acercarlos al uso de tecnología de punta en el sector ovino.
La ingeniera agrónoma Fernanda Barrios, docente de la institución, destacó la relevancia del evento: “Fue una instancia muy enriquecedora para los chiquilines, ya que no solo compartieron con sus pares, sino que pudieron conocer de primera mano experiencias reales de producción ovina con un fuerte componente tecnológico”.
Durante la jornada, los participantes recorrieron los distintos módulos del CICOMA, donde se trabaja sobre dos enfoques productivos principales: uno orientado a la producción de corderos precoces y lana fina, y otro enfocado en corderos pesados de un año de edad, también con lana fina como característica común.
En el primer módulo, los visitantes pudieron observar el uso de cruzamientos entre madres Merino Australiano y carneros Texel y Hampshire Down, lo que permite combinar la calidad lanera con características carniceras deseadas. “A los estudiantes les llamó mucho la atención el nivel de planificación y tecnología aplicada. Desde la técnica de flushing pre-servicio hasta la suplementación estratégica durante la lactancia en praderas, todo apunta a optimizar la producción”, explicó Barrios.
Uno de los indicadores que más se valoró fue el porcentaje de señalada, que alcanzó un 126%, cifra considerada muy favorable desde el punto de vista reproductivo. “Eso se traduce en más corderos destetados, y a su vez, en corderos precoces listos para la comercialización. En definitiva, eso es eficiencia y rentabilidad”, apuntó la docente.
También se hizo énfasis en el manejo de pasturas de alta calidad, destacándose las combinaciones de festuca con lotus corniculatus y trébol blanco, así como los verdeos invernales a base de raigrás y avena byzantina. El pastoreo, en ambos módulos, se realiza en forma dirigida, con una rotación que permite mantener la sanidad y el rendimiento forrajero.
En cuanto a tecnología aplicada, ambos sistemas incorporan ecografía para diagnóstico reproductivo, control sanitario periódico con coproparasitarios mensuales por categoría, y seguimiento de la condición corporal y dentición del ganado. Todo esto bajo estrictas normas de bienestar animal, que se consolidan como una exigencia creciente del mercado.
Uno de los momentos que más captó la atención de los estudiantes fue la demostración de un dron agrícola de gran porte, el más grande actualmente en funcionamiento en Uruguay. Con una capacidad de carga de 50 kilos y 50 litros, el equipo fue utilizado para la siembra de pasturas y la aplicación de agroquímicos. Además, se presentó una aplicación móvil denominada Alerta Ovina, pensada para productores y criadores, que permite obtener información útil directamente en el celular.
La jornada no solo ofreció una mirada práctica sobre los desafíos y oportunidades de la producción ovina moderna, sino que también inspiró a los jóvenes a pensar en el futuro del agro desde un enfoque profesional, eficiente y tecnológicamente avanzado.
“La experiencia fue sumamente positiva. Los estudiantes regresaron con nuevas ideas, con ganas de aprender más, y comprendiendo que el campo de hoy requiere innovación, compromiso y formación constante”, concluyó la ingeniera Barrios.