Las temperaturas gélidas que por estos días cubren el norte del país invitan a mirar con otros ojos los paisajes cotidianos. Es en ese contexto que la fotografía se vuelve una herramienta poderosa para captar la esencia del invierno, con sus nieblas, contrastes y silencios visuales. Así lo entiende el Dr. Martín Sánchez, uno de los fundadores del Fotoclub de Artigas, quien compartió su visión sobre la práctica fotográfica local y su evolución en tiempos digitales.
«Los días fríos suelen traer consigo bancos de niebla, especialmente en las primeras horas del día, y eso le da a las imágenes una atmósfera muy particular», explica Sánchez, quien aunque ya no preside el colectivo, sigue siendo un referente. Actualmente, la presidencia del Fotoclub está a cargo de Sandra Medina, pero la esencia del grupo se mantiene intacta desde sus inicios: la fotografía como un acto artístico, creativo y colectivo.
«La fotografía, como toda manifestación del arte, tiene que ver con lo creativo», afirma. «Buscamos siempre recursos que nos permitan capturar paisajes de forma única, que nos desafíen a encontrar lo mejor de cada escena». En este sentido, el invierno es una oportunidad: la luz tenue, la escarcha, la soledad de ciertos rincones urbanos o rurales son elementos que cobran un nuevo valor detrás del lente.
El Fotoclub de Artigas se reúne dos veces al mes, los primeros y terceros martes, a las 19 horas, en el Departamento de Cultura de la Intendencia, frente al Colegio de las Hermanas. «Allí se encuentra un grupo de personas con pasión por la fotografía, que comparten sus experiencias, sus dudas, sus hallazgos. Es un espacio de intercambio y aprendizaje mutuo», señala Sánchez.
Sin embargo, reconoce que el número de nuevos integrantes ha sido bajo en el último tiempo. “Aprovecho para invitar a quienes tengan interés, aunque no se animen a expresarlo todavía. Hay espacio para todos. Muchas veces hay gente con inquietud fotográfica que no sabe que existe este lugar para desarrollarla”.
Consultado sobre el impacto de la tecnología en el mundo de la fotografía, Sánchez no duda: «La era digital cambió todo. Antes era necesario tener una buena cámara y conocimiento técnico. Hoy, un celular puede capturar imágenes con una calidad sorprendente».
Lejos de ver esto como una amenaza, lo celebra. «La fotografía sigue siendo fotografía, más allá del dispositivo con el que se tome. Lo que importa es la imagen, lo que transmite. La tecnología es solo una herramienta», reflexiona.
El Fotoclub, entonces, se abre también a quienes usan sus celulares como ventanas artísticas al mundo. “Lo esencial no es la cámara, sino la mirada”, concluye.