Después de catorce años de compromiso y trabajo comunitario, Lucía Felartigas anunció su desvinculación del grupo “Madrinas por la Vida”, organización con la que colaboró desde sus inicios en Artigas, brindando apoyo a mujeres embarazadas y familias en situación de vulnerabilidad.
“En enero se cumplirán catorce años desde que comencé en Madrinas por la Vida. Estoy profundamente agradecida por todo lo vivido, pero ha llegado el momento de iniciar una nueva etapa”, expresó Felartigas, visiblemente emocionada.
La decisión, explicó, fue resultado de un proceso de reflexión personal y de diferencias surgidas en el funcionamiento interno del grupo. “Lo pensé mucho. Tuvimos una reunión con el padre y con todo el equipo, y en ese encuentro ya estaba todo decidido. Nos comunicaron que debíamos retirarnos, que no habría más prórrogas”, relató.
Si bien el sacerdote les permitió permanecer hasta fin de año para organizar la transición, Felartigas reconoció que las actitudes y la falta de diálogo por parte de algunas integrantes la llevaron a dar un paso al costado. “Cada vez que ellas venían, se reunían con el padre y luego me transmitían los mensajes, como si yo no participara directamente. Siempre respeté el lugar en el que estaba, aunque no pertenezco a la Iglesia Católica. He tratado de hacer las cosas de la mejor manera posible”, señaló.
La referente también recordó con gratitud la experiencia acumulada durante más de una década de trabajo. “Soy agradecida con Madrinas. En un momento muy difícil de mi vida, tras perder a mi único hijo de 18 años, el proyecto me dio fuerzas para seguir. Apenas un mes y medio después de esa pérdida, comencé a acompañar a madres embarazadas. No fue fácil, pero sentí que esa labor era una forma de transformar el dolor en ayuda”, compartió con profunda emoción.
A pesar de la desvinculación, el espíritu solidario de Felartigas y su equipo continuará vigente. “Vamos a seguir trabajando con las mismas actividades, los mismos talleres y el mismo compromiso, pero ahora de forma independiente. Contamos con el apoyo del intendente Emiliano Soravilla, quien ya nos ofreció un local para continuar nuestras tareas”, adelantó.
Sobre el futuro del nuevo grupo, adelantó que aún no han definido el nombre, aunque ya tiene algunas ideas que pondrá a consideración de sus compañeras en los próximos días. “Es una etapa de sueños nuevos. Vamos a ser más independientes y no tendremos que esperar la aprobación de otros para actuar. Seguiremos ayudando, que es lo más importante”, afirmó.
Con emoción, Lucía concluyó su mensaje reafirmando su gratitud hacia las “Madrinas por la Vida” y su fe en este nuevo comienzo: “La Virgen de Guadalupe, que siempre fue símbolo de la organización, seguirá protegiéndonos. Me voy en paz, con agradecimiento y con la convicción de que este camino solidario continúa”.