El pasado 29 de abril, el presidente José Mujica convocó a una conferencia de prensa para hacer una declaración que nada tenía que ver con la política. En esa ocasión, el veterano líder frenteamplista formuló un triple anuncio: dijo que padecía cáncer de esófago, que se sometería a tratamiento y que no abandonaría sus actividades de campaña para las elecciones internas.
Mujica llevó a cabo lo dicho y a fines del mes pasado terminó sus sesiones de radioterapia. También dedicó sus energías a apoyar la candidatura de Yamandu Orsi, y lo hizo con n empeño que le valió un comentario irónico de su par colorado Julio María Sanguinetti, quien señaló que Mujica “trabajó a tres turnos” durante la campaña.
En declaraciones recogidas por Telemundo, Topolansky explicó que esto ocurre “porque tiene el acumulado de toda la radiación, y eso inflama el aparato digestivo”.
“Como comemos por el esófago, desgraciadamente solo puede comer sopitas, algún jugo, alguna gelatina, y los uruguayos estamos acostumbrados a prendernos al asado y al guiso”, expresó, según recogiera Telemundo.
Según su compañera, el presidente está “bien de ánimo”, pero “es invierno y no puede hacer todas las actividades” que quisiera.
“Dicen que participó en las internas, pero al lado de hacer ocho actos diarios como hacía en los momentos que militaba a mil, es nada. Es como un perro que está atado a la cadena. Y todavía sin comer. Es bravo”, resumió.
Asimismo, recordó que los efectos de la terapia se ven “en diferido” y que “más o menos en un mes y medio le pueden hacer el control”.
“Yo soy optimista, creo que los médicos han trabajado muy bien, pero hay que esperar y tener paciencia”, concluyó.