Las nuevas oficinas temporales de UTE en Artigas enfrentan una situación crítica, la atención al público fue suspendida esta semana debido a filtraciones de agua y condiciones de trabajo que los funcionarios califican como «inaceptables».
Ariel Pérez, delegado del sindicato AUTE, expresó su preocupación y descontento en una entrevista donde no escatimó en críticas hacia la gestión de la mudanza.
“Estamos atravesando una situación muy complicada”, comenzó Pérez, refiriéndose al cambio de oficinas motivado por la reforma del local central de la empresa en Berreta. Según explicó, el traslado se hizo sin consenso ni una evaluación adecuada de las condiciones del nuevo espacio: contenedores adaptados, ubicados en una zona donde el agua se acumula con facilidad.
“Desde el principio dijimos que no era la solución. Propusimos alquilar una casa en una zona céntrica de Artigas que ofreciera las condiciones necesarias, pero no fuimos escuchados”, lamentó el delegado.
Los problemas no se hicieron esperar. La galería instalada para proteger los módulos de atención no cumple su función, y cada vez que llueve, el agua corre directamente hacia las puertas de los contenedores, inundando el lugar. Esta semana, la situación obligó a suspender la atención presencial. “Se decidió continuar por medio de telegestiones y con los compañeros trabajando desde sus casas, porque las condiciones no permiten otra cosa”, explicó Pérez.
AUTE denuncia además que los usuarios, especialmente los adultos mayores, se ven afectados al no poder realizar trámites urgentes de forma presencial. “Muchos no saben o no pueden operar online. Esto puede derivar en cortes de luz o interrupciones de servicios esenciales”, advirtió.
Pero más allá de las lluvias de estos días, la preocupación del sindicato es a largo plazo. Las obras de reforma en el local original están previstas para durar dos años. “Dos años en estas condiciones es imposible. Esto no se soluciona con una galería improvisada. Es inadmisible que una empresa como AUTE no brinde un lugar digno, con aire acondicionado y protección frente al clima, tanto para sus trabajadores como para sus clientes”, afirmó el delegado sindical.
Desde el gremio aseguran que intentaron colaborar desde el inicio del proceso. “Salimos a buscar casas, presentamos tres o cuatro opciones que tenían todo lo necesario para que UTE funcionara correctamente, y no tuvimos respuesta”, denunció Pérez, apuntando a lo que considera una actitud de soberbia por parte de la gerencia.
En tanto, los trabajadores continúan en pie de protesta y no descartan medidas más severas si no se encuentra una solución de fondo. “No podemos estar supeditados al clima. Acá hay que tomar decisiones serias: o se acondiciona correctamente este lugar o se alquila un espacio acorde. Lo que no puede seguir pasando es que los funcionarios trabajen en estas condiciones, y mucho menos que los clientes queden desatendidos”, concluyó Pérez.