Con la llegada de una nueva ola de frío polar, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) ha activado medidas especiales en conjunto con diversas instituciones del Estado para atender a las personas en situación de calle o vulnerabilidad. La directora regional del MIDES, licenciada Patricia Ayala, confirmó que desde la semana pasada rige una declaración de emergencia que se extiende, por ahora, hasta el 2 de julio, a raíz de las bajas temperaturas previstas por el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).
“El lunes pasado se declaró la emergencia, y ahora se amplía hasta el día 2 por el pronóstico de fríos importantes que ya se vienen registrando”, explicó Ayala en diálogo con la prensa. La jerarca aclaró que si bien el Plan Invierno ya estaba en marcha, esta nueva etapa implica una coordinación más amplia entre el SINAE y los CECOED, que articulan la respuesta de todas las instituciones involucradas.
“La diferencia con el Plan Invierno tradicional es que ahora, con la alerta roja por frío, la coordinación es liderada por el SINAE. El MIDES continúa con un papel central, pero ahora trabajamos junto al Ministerio del Interior, la salud pública y otras entidades”, detalló Ayala.
En cuanto a la situación local, la directora regional indicó que en la ciudad de Artigas el panorama ha sido relativamente controlado. Durante las últimas dos noches, solo se detectó a una persona durmiendo en la vía pública. El resto de las personas en situación de calle accedieron al refugio disponible o encontraron resguardo en casas de familiares.
“A veces, cuando el frío aprieta o hay alerta meteorológica, hay familias que vuelven a abrir las puertas a sus parientes, aunque no sea una solución permanente. Lo cierto es que en Artigas, anoche, solo una persona permaneció en la calle”, afirmó Ayala.
Consultada sobre la negativa de algunas personas a acceder a los refugios, Ayala explicó que, si bien se respeta la decisión individual, existen mecanismos legales que permiten actuar en situaciones críticas, especialmente cuando hay riesgo para la salud o la vida.
“Si alguien se encuentra en una situación de salud comprometida, puede intervenir el Ministerio del Interior o incluso la Fiscalía, si es necesario retirar a la persona de la vía pública para su resguardo. Las herramientas legales existen y se evalúan caso a caso”, aseguró.
En Bella Unión, la situación presenta mayor complejidad. El relevamiento más reciente identificó a 13 personas en situación de calle. Varias de ellas accedieron al refugio disponible, que hasta hace pocos días alojaba solo a una o dos personas por noche. Sin embargo, en la última jornada se registró un incremento: cinco personas pernoctaron en el centro.
“Sabemos que detrás de cada caso hay historias difíciles. La calle no es una elección sencilla; es la consecuencia de crisis laborales, familiares o personales profundas”, reflexionó la directora.
Ayala subrayó que comprender las dinámicas de las personas en situación de calle es clave para diseñar respuestas efectivas y respetuosas. “No todos tienen la misma rutina que quienes tenemos techo: hay personas que están activas de noche y duermen durante el día. Sus tiempos y costumbres son distintos, y eso también condiciona su disposición a aceptar ayuda”, explicó.
El MIDES, junto al resto de las instituciones involucradas, continuará monitoreando la evolución de la ola polar y ampliando los operativos de atención, con énfasis en la prevención de riesgos sanitarios y la protección de derechos fundamentales.
“Sabemos que hay dificultades. Pero estamos poniendo todo el esfuerzo institucional y humano para que nadie quede sin atención en estos días de frío extremo”, concluyó Ayala.