En un esfuerzo constante por combatir la superpoblación animal y fomentar la tenencia responsable, la organización SOS Animal continúa con su campaña de castraciones gratuitas para perros y gatos. Sin embargo, a pesar del alto interés por el servicio, la falta de compromiso de algunos ciudadanos pone en riesgo la efectividad del programa.
«Seguimos castrando con mucho esfuerzo y todo por cuenta de SOS Animal», explicó Karina Pérez.
«Es un servicio totalmente gratuito, pero es fundamental que la gente se comprometa. Trabajamos con agenda previa, y cuando una persona reserva un turno y no se presenta, le está quitando la oportunidad a otra que realmente necesita el servicio», agregó.
El problema no es menor. Muchas veces, quienes no cumplen con su turno dejan un vacío que no puede ser ocupado de inmediato debido a los requerimientos previos de la cirugía, como el ayuno obligatorio de los animales. «Cuando una persona decide no presentarse sin avisar con anticipación, ese espacio se pierde. Luego, cuando realmente necesitan castrar a su mascota, es posible que ya no haya disponibilidad», advirtió Pérez.
A pesar de las dificultades, la campaña sigue avanzando a buen ritmo. «Fernando, nuestro veterinario, está satisfecho con el trabajo realizado, aunque el calor de estos días ha complicado un poco las cosas».
El interés en la castración es alto, pero aún persiste un sector de la sociedad que se muestra reticente a asumir la responsabilidad que conlleva tener una mascota. «Siempre decimos que la irresponsabilidad no tiene que ver con la clase social. Atraviesa a toda la sociedad», enfatizó Pérez. «Lo vemos en la basura, en la falta de compromiso con el entorno, y con los animales es exactamente lo mismo.»
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las campañas de castración es el arraigado mito de que las hembras necesitan reproducirse para ser felices. «Algunos dicen ‘pobrecita, necesita tener crías’, pero eso no es cierto. Los animales no piensan como los humanos, y somos nosotros quienes debemos tomar decisiones responsables por su bienestar», sostuvo Pérez.
El concepto de tenencia responsable es aún una asignatura pendiente en muchos sectores. «Si no tienes espacio en tu casa o te molesta que el animal esté encerrado, no deberías tener una mascota. Dejarla suelta en la calle, vagando sin control, no es una opción válida», advirtió.
Otro de los problemas que persisten es la falta de controles por parte de las autoridades. «Lamentablemente, no hay quien fiscalice la tenencia responsable de animales. Nos encontramos con casos de maltrato donde los perros están atados todo el día, sin agua ni comida, hasta morir de hambre. Y lo peor es que, en muchos casos, las familias ven esta situación como algo normal», denunció Pérez.
Las consecuencias de esta falta de empatía van más allá del sufrimiento animal. «Los niños que crecen en un entorno donde se naturaliza el maltrato terminan replicando esa violencia en otras áreas de su vida. La crueldad hacia los animales no es un hecho aislado: una persona que maltrata a un animal también puede ser violenta con sus semejantes», afirmó la vocera.
Casos extremos, como el abuso y la tortura de animales, han ocurrido en más de una oportunidad sin que se tomen medidas ejemplares. «Nos espanta la impunidad con la que suceden estas cosas. No hay consecuencias, no hay castigos, y por lo tanto, todo sigue igual», lamentó Pérez.