El Liceo N°5 de Pintadito abrió sus puertas para compartir con la comunidad su primera gran actividad del año: una muestra educativa que no solo visibiliza el trabajo de sus estudiantes, sino que también fortalece el vínculo entre la institución, las familias y el barrio.
La directora del centro, profesora Tatiana Alves, expresó: “Estamos realizando la primera muestra del año lectivo. Corresponde al módulo introductorio, donde los chiquilines, junto con sus profesores, investigaron diferentes profesiones y oficios. En este proceso también trabajaron la competencia de comunicación y la relación con el otro”.
La actividad no solo reunió a docentes y estudiantes, sino que también convocó a padres, referentes barriales y figuras culturales, en un despliegue de participación comunitaria que trasciende los muros del liceo.
“Algo muy destacable es el compromiso de APAL (Asociación de Padres), que se ha hecho presente con fuerza. Hay muchos padres colaborando y también vecinos que se han sumado a la jornada”, valoró Alves.
La jornada estuvo enriquecida por presentaciones artísticas: la banda municipal aportó música en vivo, el cuerpo de danza del liceo mostró su talento, y el músico Francisco Landa brindó un adelanto de su repertorio. El cierre estuvo a cargo de la Figari Band, proveniente del programa Utu de Figari, consolidando así el espíritu interinstitucional que la actividad promueve.
El evento no solo fue una celebración, sino también una instancia de reflexión.
“La semana que viene vamos a realizar una autoevaluación institucional, justamente basada en este primer mes de clases. Esta muestra surge como producto del diagnóstico inicial que los docentes hicieron con sus estudiantes”, señaló la directora.
En cuanto a la matrícula, Alves compartió una historia de esfuerzo y resultados. “Cuando asumí el cargo, el liceo contaba con solo un grupo de séptimo año. En tres días, salimos a visitar a las familias, casa por casa, y logramos conformar otro grupo. Hoy contamos con dos séptimos, dos octavos, dos novenos y un primer año de bachillerato. Son 131 estudiantes que forman parte de esta comunidad”.
La participación familiar ha sido clave no solo en la captación de estudiantes, sino también en su permanencia y motivación. En ese sentido, la directora destacó otro proyecto en marcha: la preparación para la posta liceal, organizada por el Club de Leones que se realizará el próximo 10. Los fondos recaudados por la cantina durante la jornada serán destinados a la confección de camisetas para quienes representen al liceo en la competencia.
La alimentación también ha sido un foco de atención importante. “Estamos muy contentos con el servicio que llega desde Montevideo”, comentó Alves. “Se ofrece desayuno, almuerzo y merienda, todos con una planificación balanceada. Los padres lo han valorado mucho, y los chiquilines también”.