ARGENTINA
Se lleva adelante en Argentina un juicio por el fallecimiento de un joven durante un “bautismo” mortal en el Ejército. Hay nueve imputados.
Realizan en Argentina el juicio a nueve imputados por la muerte del joven Matías Chirino, un subteniente que falleció en el marco de una “novatada” o “bautismo” realizado en un cuartel del Ejército de ese país. “A mi hijo, cuando estaba en la morgue, le prometí justicia y voy a cumplir”, dijo el padre de la víctima.
Dos años y cuatro meses después, nueve exmilitares son juzgados desde esta semana: siete de ellos por homicidio y los dos restantes por ser partícipes secundarios de las torturas que le arrebataron la vida al joven.
Torturas en la “bienvenida” al Ejército
Rufino Meza, uno de los sobrevivientes, declaró qué los oficiales habían pedido que los novatos llegaran con carne, bebidas y cigarrillos, y “productos que los oficiales de mayor rango habían requerido para el ritual de bienvenida” al Ejército.
Pero el horror comenzó más tarde, en horas de la noche y con temperaturas de 3°C obligaron al testigo, al fallecido y a otro subalterno a meterse a una piscina con agua helada con verdín, que no se limpiaba desde el verano. Fueron forzados a correr una y otra vez por el complejo y a hacer flexiones de brazos. Antes y después, los obligaron a tomar alcohol.
Luego los obligaron a cenar fideos con la mano y beber un trago de whisky entre cada bocado. Después, según la declaración del sobreviviente, los forzaron a hacer “fondo blanco”. Es decir, beber un vaso entero de una sola ingesta.
Después de todo el “ritual”, Matías Chirino se fue a dormir y no despertó: sufrió una broncoaspiración por alimentos, según reveló la autopsia. Se ahogó con su propio vómito, mientras dormía en el piso.
Meza mencionó que él y Chaile despertaron cuando a Chirino le realizaban maniobras de reanimación. A pesar de que los tres subtenientes ya tenían destinada una habitación, fueron obligados a dormir en el suelo de un cuarto frío.
Por su parte, el padre de la víctima dijo: “Fue un crimen disfrazado de bautismo”, y se mostró esperanzado de que los acusados sean condenados a permanecer varios años tras las rejas.
