SE REALIZÓ TALLER SOBRE PREVENCIÓN DE SUICIDIO DIRIGIDO A ESTUDIANTES

Estudiantes de la sede universitaria de Salto llegaron hasta Artigas para dictar un taller centrado en la prevención del suicidio y la promoción del bienestar emocional. Camila Costa, estudiante avanzada de Psicología, fue una de las responsables de la actividad, desarrollada especialmente para jóvenes en una etapa considerada de alto riesgo.

«Venimos desde Salto a brindar este taller como parte de nuestra práctica profesional en prevención de intentos de autoeliminación y suicidio», explicó Costa. La propuesta, que forma parte de una estrategia educativa e informativa, busca abordar un tema difícil pero urgente: la salud mental de adolescentes y jóvenes, quienes se enfrentan a múltiples presiones emocionales y sociales.

A lo largo del encuentro, los talleristas trabajaron desde una perspectiva informativa, derribando mitos y estigmas en torno al suicidio. “Tratamos de darles herramientas concretas para que puedan enfrentar situaciones críticas, tanto en lo personal como con sus pares. Es fundamental que cuenten con información confiable y sepan cómo actuar ante señales de alerta”, señaló Costa.

La respuesta de los participantes, en su mayoría estudiantes de secundaria, fue positiva. «Es un tema que genera mucha curiosidad y, a veces, moviliza emocionalmente. Pero creemos que hablarlo con responsabilidad es una de las formas más efectivas de prevenir», agregó la joven.

El enfoque también promueve el rol de los propios adolescentes como actores clave en la prevención: “Cuando los chicos están informados, pueden identificar factores de riesgo en su entorno y actuar rápidamente, ya sea buscando ayuda para ellos mismos o para alguien cercano”, explicó.

La repetición de intentos de suicidio fue otro punto abordado en el taller. Según la evidencia científica, una persona que ha intentado quitarse la vida una vez tiene un riesgo significativamente mayor de volver a hacerlo, especialmente si no recibe atención profesional adecuada. “Es por eso que la intervención temprana y el acompañamiento psicológico son cruciales”, remarcó Costa.

El rol de las familias y la sociedad

Consultada sobre el papel de las familias, la estudiante fue clara: “Escuchar a los hijos y no minimizar lo que están sintiendo es fundamental. Y si hace falta, buscar apoyo profesional. Muchas veces los padres no saben cómo actuar, pero lo importante es no dejar solos a los chicos”.

Además, la problemática no es exclusiva de los jóvenes. Costa subrayó que también hay casos frecuentes entre adultos y, especialmente, en personas mayores, quienes constituyen una de las franjas etarias con mayor riesgo de suicidio.

El taller no es un hecho aislado. Actividades similares se están desarrollando en distintas localidades del norte del país, no solo en Artigas, sino también en pueblos del interior y departamentos vecinos. «Estamos tratando de llegar a todos los lugares posibles con este mensaje. La prevención debe ser descentralizada y continua», concluyó Camila.

El taller dejó una clara enseñanza: hablar salva vidas. Y que en un contexto donde el silencio puede ser letal, la información, la empatía y la acción colectiva se vuelven herramientas fundamentales para cuidar la salud mental de todos.

Entradas relacionadas